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Il ritorno d'Ulisse in patria / Claudio Monteverdi [grabación sonora] : dramma per musica in un prologo a tre atti

By: Contributor(s): Language: ita-eng-ger-fr-spa-chi Publication details: Hamburg : Deutsch Grammophon GmbH, , 2006.Description: 2 DVD (153 min.) + 1 folleto (23 p.)Other title:
  • Orfeo
Subject(s): DDC classification:
  • D782.1 M781r
Elenco: L'humana fragilitá - Werner Hollweg Il tempo - Werner Gröschel La Fortuna - Renate Lenhart Amore - Klaus Brettschneider Giove - József Dene Nettuno - Hans Franzen Minerva - Helrun Gardow Giunone - renate Lenhart Ulisse - Werner Hollweg Penelope - Trudeliese Schmidt Telemaco - Francisco Araiza Antinoo - Simon Estes Pisandro - Peter Straka Anfinomo - Paul Esswood Eurimaco - Peter Keller Melanto - Janet Perry Eumete - Philippe Huttenlocher Iro - Arley Reece Ericlea - Maria Minetto Feaci - Werner Gröschel, Paul Esswood, Fritz Peter, Orlando MontezSummary: Prólogo. En la morada de los dioses. Tras una breve sinfonía instrumental, la Fragilidad Humana (Soprano) reconoce la sumisión que le debe al poder del Tiempo (Bajo), la Fortuna y el Amor (Sopranos). Acto I. Palacio Real, Ítaca. Tras veinte años de su partida, Penélope (Soprano), la mujer de Ulises, aguarda su regreso de la guerra de Troya, lamentando su ausencia ante su aya Ericlea (Contralto), con el austero monólogo en estilo recitativo “Di misera Regina”, más cromático e intenso cuando reitera la palabra “torna”. Una sinfonía introduce la escena de seducción entre la doncella de Penélope, Melanto (Soprano) y su amante Eurimaco (Tenor), que cantan al Amor en estilo cancioneril con breves arietas de ritmo ternario. El joven procio insta a la dama para que consiga que Penélope encuentre el amor eligiendo entre sus pretendientes. Ulises (Tenor) ha regresado en secreto a su patria gracias a unos marineros fenicios, que le desembarcan dormido, abandonándolo en la playa. La escena muda es acompañada por una sinfonía en ostinato. Por intervención de Neptuno, que expresa en furioso estilo concitato su ira contra los feacios que, contra su mandato, han conducido a Ulises a su patria, su barco se convierte en piedra nada más desembarcar. Ulises se despierta en la playa y en un extenso monólogo recitativo lamenta su destino, pues piensa que ha sido traicionado por los feacios y está en tierra extraña. Aparece Minerva (Soprano), disfrazada de pastora, cantando una alegre aria estrófica, y le descubre que ha llegado a su hogar, previniéndole sobre la inminente boda de su mujer con alguno de los muchos candidatos a su mano. Al mostrarse como diosa el canto de Minerva se convierte en un elaborado recitativo a la par que el de Ulises se torna más ligero y cancioneril ante las buenas noticias que ha recibido. Ulises se baña en la fuente sagrada y sale convertido en un viejo mendigo a fin de engañar a los pretendientes de su esposa, y la escena termina con un dúo. Eumete (Tenor), el porquero, recibe al disfrazado Ulises, quien le advierte del inminente regreso de su señor. Ulises está exultante por su buena fortuna y canta una breve aria estrófica con ritornello. La escena regresa al palacio de Ítaca donde Melanto insta a Penélope a que encuentre un enamorado que le haga olvidar su dolor. La dama combina en su monólogo el recitativo con arietas en estilo concitato o con aire ligero. Penélope se muestra inflexible y rechaza el amor con un austero recitativo. La acción se traslada a un bosque donde el pastor Eumete se deleita con canto lírico de su vida sencilla y humilde. Iro, sirviente de los procios, interrumpe a Eumete; defiende la vida cortesana y con tono burlesco se mofa de su existencia entre animales. El pastor le echa de allí. Eumete recuerda a Ulises y se pregunta por su destino. En ese momento entra el rey de Ítaca bajo la apariencia de un anciano mendigo y le dice que Ulises está vivo y que pronto volverá a su reino. El acto termina con una arieta pastoril en la que Eumete acoge con alegría al anciano. Acto II. Minerva lleva en su carro a Telémaco (Tenor) de vuelta a Ítaca. Tras una breve sinfonía, el joven canta feliz una arieta, que se convierte en un dúo con la intervención de la diosa. En el bosque, Eumete da la bienvenida al hijo de Ulises, y le presenta al viejo mendigo. A su efusivo canto se une el anciano mendigo (Ulises) formando un lírico dúo pastoril. Un rayo de luz desvela la verdadera identidad de Ulises y padre e hijo se reencuentran, cantando ambos el expresivo arioso “O padre sospirato/O figlio desiato”. Tras una solemne alabanza celestial, Ulises pide a su hijo que se vaya al palacio con su madre. En el palacio Penélope, intenta resistirse a los pretendientes, que exponen a la reina por separado y en estilo recitativo lo beneficioso que sería para ella amar. Pero las madrigalísticas insistencias a trío (“Ama, dunque, sí, sí”) obtienen una austera y rotunda negativa de Penélope (“No vogio amar”). Llega Eumete al palacio con la noticia del regreso de Telémaco y de que Ulises vive. Penélope reacciona con escepticismo. Los pretendientes temen por su vida y urden el asesinato de Telémaco, culminando su conspiración con un trío en estilo concitato, aunque finalmente optan por desistir de su plan, y en otro trío con tono ligero e irónico deciden volver a intentar conquistar con oro el corazón de la reina. Mientras, en el bosque, Minerva, en un elaboradísimo monólogo recitativo, explica a Ulises su plan para que pueda vengarse y matar con su arco a los pretendientes de su esposa. Ulises canta riéndose una alegre arieta, convencido de su venganza. De nuevo en palacio, los pretendientes increpan a Eumete por traer al palacio a un sucio mendigo. Iro se enfrenta con el mendigo y lo desafía en tono burlesco; el canto de ambos dispone un ritmo concitato y Ulises derrota a Iro mientras suena una batalla instrumental. Por influencia de Minerva, Penélope propone a los pretendientes que quien mejor maneje el arco de Ulises se quedará con su esposa y su reino; los tres procios celebran la propuesta con un alegre trío. Sin embargo, ninguno de ellos es capaz de tensar el arco de Ulises y el mendigo solicita entrar en la disputa sin derecho a premio. Penélope acepta y el mendigo logra tensar el arco ante el asombro y estupor de los pretendientes. El acto termina con una sinfonía de guerra que acompaña la aparición de Minerva y la consumación de la venganza de Ulises, que mata a los procios. ACTO III. En palacio, Iro canta el paródico lamento “¡O dolor o mártir!”, donde utiliza múltiples registros cómicos combinando el recitativo con ritmos de chacona; el sirviente no soporta una vida de hambre sin los procios y decide quitarse la vida. Eumete y Telémaco explican a Penélope que el viejo mendigo no era otro que Ulises disfrazado por obra de Minerva. Penélope se niega a creerles, y replica a Telémaco que, para los dioses, los mortales no son más que juguetes. En el mar, Minerva convence a Juno para que interceda ante su esposo Júpiter en favor de Ulises con un elaborado recitativo. Juno convence a Júpiter de que Ulises ya ha sufrido bastante, cantando una adornada arieta. El dios está de acuerdo y con ornamentado recitativo pide a Neptuno que perdone a Ulises; el dios del mar acepta. Coros celestiales y marítimos confirman la decisión divina. La acción vuelve al palacio de Ítaca donde Ericlea duda si revelar a Penélope algo que ha descubierto; se debate entre la piedad y la obediencia mientras canta una arietta con ritornelli. Eumete y Telémaco siguen tratando de convencer a Penélope de que el mendigo era Ulises, pero ella sigue obstinada en su incredulidad. A ellos se une Ulises con su apariencia verdadera, pero Penélope lo toma por un mago. Interviene Ericlea y revela que ha visto en el baño la cicatriz de Ulises en su espalda; la reina duda pero se mantiene firme. Tan sólo cuando Ulises describe el esmero con que prepara el lecho cada noche, algo que tan sólo él sabía, Penélope le reconoce; en ese momento la reina cambia el austero recitativo por un tono lírico y adornado, y canta el aria con ritornello “Illustratevi o cieli”. La ópera termina con un sensual dúo entre Ulises y Penélope.
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Item type Current library Collection Call number Copy number Status Date due Barcode
Digital Video Biblioteca Centro Cultural Gabriela Mistral Audiovisuales DVD D782.1 M781r 2006 v.1 c.1 Préstamo en Sala (Préstamo en Sala) 35628000026374
Digital Video Biblioteca Centro Cultural Gabriela Mistral Audiovisuales DVD D782.1 M781r 2006 v.2 c.1 Préstamo en Sala (Préstamo en Sala) 35628000069622

DVD 1: Prologue, Act 1, Act 2.
DVD 2: Act 3.

Elenco: L'humana fragilitá - Werner Hollweg Il tempo - Werner Gröschel La Fortuna - Renate Lenhart Amore - Klaus Brettschneider Giove - József Dene Nettuno - Hans Franzen Minerva - Helrun Gardow Giunone - renate Lenhart Ulisse - Werner Hollweg Penelope - Trudeliese Schmidt Telemaco - Francisco Araiza Antinoo - Simon Estes Pisandro - Peter Straka Anfinomo - Paul Esswood Eurimaco - Peter Keller Melanto - Janet Perry Eumete - Philippe Huttenlocher Iro - Arley Reece Ericlea - Maria Minetto Feaci - Werner Gröschel, Paul Esswood, Fritz Peter, Orlando Montez

Prólogo. En la morada de los dioses. Tras una breve sinfonía instrumental, la Fragilidad Humana (Soprano) reconoce la sumisión que le debe al poder del Tiempo (Bajo), la Fortuna y el Amor (Sopranos).
Acto I. Palacio Real, Ítaca. Tras veinte años de su partida, Penélope (Soprano), la mujer de Ulises, aguarda su regreso de la guerra de Troya, lamentando su ausencia ante su aya Ericlea (Contralto), con el austero monólogo en estilo recitativo “Di misera Regina”, más cromático e intenso cuando reitera la palabra “torna”. Una sinfonía introduce la escena de seducción entre la doncella de Penélope, Melanto (Soprano) y su amante Eurimaco (Tenor), que cantan al Amor en estilo cancioneril con breves arietas de ritmo ternario. El joven procio insta a la dama para que consiga que Penélope encuentre el amor eligiendo entre sus pretendientes. Ulises (Tenor) ha regresado en secreto a su patria gracias a unos marineros fenicios, que le desembarcan dormido, abandonándolo en la playa. La escena muda es acompañada por una sinfonía en ostinato. Por intervención de Neptuno, que expresa en furioso estilo concitato su ira contra los feacios que, contra su mandato, han conducido a Ulises a su patria, su barco se convierte en piedra nada más desembarcar. Ulises se despierta en la playa y en un extenso monólogo recitativo lamenta su destino, pues piensa que ha sido traicionado por los feacios y está en tierra extraña. Aparece Minerva (Soprano), disfrazada de pastora, cantando una alegre aria estrófica, y le descubre que ha llegado a su hogar, previniéndole sobre la inminente boda de su mujer con alguno de los muchos candidatos a su mano. Al mostrarse como diosa el canto de Minerva se convierte en un elaborado recitativo a la par que el de Ulises se torna más ligero y cancioneril ante las buenas noticias que ha recibido. Ulises se baña en la fuente sagrada y sale convertido en un viejo mendigo a fin de engañar a los pretendientes de su esposa, y la escena termina con un dúo. Eumete (Tenor), el porquero, recibe al disfrazado Ulises, quien le advierte del inminente regreso de su señor. Ulises está exultante por su buena fortuna y canta una breve aria estrófica con ritornello. La escena regresa al palacio de Ítaca donde Melanto insta a Penélope a que encuentre un enamorado que le haga olvidar su dolor. La dama combina en su monólogo el recitativo con arietas en estilo concitato o con aire ligero. Penélope se muestra inflexible y rechaza el amor con un austero recitativo. La acción se traslada a un bosque donde el pastor Eumete se deleita con canto lírico de su vida sencilla y humilde. Iro, sirviente de los procios, interrumpe a Eumete; defiende la vida cortesana y con tono burlesco se mofa de su existencia entre animales. El pastor le echa de allí. Eumete recuerda a Ulises y se pregunta por su destino. En ese momento entra el rey de Ítaca bajo la apariencia de un anciano mendigo y le dice que Ulises está vivo y que pronto volverá a su reino. El acto termina con una arieta pastoril en la que Eumete acoge con alegría al anciano.

Acto II. Minerva lleva en su carro a Telémaco (Tenor) de vuelta a Ítaca. Tras una breve sinfonía, el joven canta feliz una arieta, que se convierte en un dúo con la intervención de la diosa. En el bosque, Eumete da la bienvenida al hijo de Ulises, y le presenta al viejo mendigo. A su efusivo canto se une el anciano mendigo (Ulises) formando un lírico dúo pastoril. Un rayo de luz desvela la verdadera identidad de Ulises y padre e hijo se reencuentran, cantando ambos el expresivo arioso “O padre sospirato/O figlio desiato”. Tras una solemne alabanza celestial, Ulises pide a su hijo que se vaya al palacio con su madre. En el palacio Penélope, intenta resistirse a los pretendientes, que exponen a la reina por separado y en estilo recitativo lo beneficioso que sería para ella amar. Pero las madrigalísticas insistencias a trío (“Ama, dunque, sí, sí”) obtienen una austera y rotunda negativa de Penélope (“No vogio amar”). Llega Eumete al palacio con la noticia del regreso de Telémaco y de que Ulises vive. Penélope reacciona con escepticismo. Los pretendientes temen por su vida y urden el asesinato de Telémaco, culminando su conspiración con un trío en estilo concitato, aunque finalmente optan por desistir de su plan, y en otro trío con tono ligero e irónico deciden volver a intentar conquistar con oro el corazón de la reina. Mientras, en el bosque, Minerva, en un elaboradísimo monólogo recitativo, explica a Ulises su plan para que pueda vengarse y matar con su arco a los pretendientes de su esposa. Ulises canta riéndose una alegre arieta, convencido de su venganza. De nuevo en palacio, los pretendientes increpan a Eumete por traer al palacio a un sucio mendigo. Iro se enfrenta con el mendigo y lo desafía en tono burlesco; el canto de ambos dispone un ritmo concitato y Ulises derrota a Iro mientras suena una batalla instrumental. Por influencia de Minerva, Penélope propone a los pretendientes que quien mejor maneje el arco de Ulises se quedará con su esposa y su reino; los tres procios celebran la propuesta con un alegre trío. Sin embargo, ninguno de ellos es capaz de tensar el arco de Ulises y el mendigo solicita entrar en la disputa sin derecho a premio. Penélope acepta y el mendigo logra tensar el arco ante el asombro y estupor de los pretendientes. El acto termina con una sinfonía de guerra que acompaña la aparición de Minerva y la consumación de la venganza de Ulises, que mata a los procios.

ACTO III. En palacio, Iro canta el paródico lamento “¡O dolor o mártir!”, donde utiliza múltiples registros cómicos combinando el recitativo con ritmos de chacona; el sirviente no soporta una vida de hambre sin los procios y decide quitarse la vida. Eumete y Telémaco explican a Penélope que el viejo mendigo no era otro que Ulises disfrazado por obra de Minerva. Penélope se niega a creerles, y replica a Telémaco que, para los dioses, los mortales no son más que juguetes. En el mar, Minerva convence a Juno para que interceda ante su esposo Júpiter en favor de Ulises con un elaborado recitativo. Juno convence a Júpiter de que Ulises ya ha sufrido bastante, cantando una adornada arieta. El dios está de acuerdo y con ornamentado recitativo pide a Neptuno que perdone a Ulises; el dios del mar acepta. Coros celestiales y marítimos confirman la decisión divina. La acción vuelve al palacio de Ítaca donde Ericlea duda si revelar a Penélope algo que ha descubierto; se debate entre la piedad y la obediencia mientras canta una arietta con ritornelli. Eumete y Telémaco siguen tratando de convencer a Penélope de que el mendigo era Ulises, pero ella sigue obstinada en su incredulidad. A ellos se une Ulises con su apariencia verdadera, pero Penélope lo toma por un mago. Interviene Ericlea y revela que ha visto en el baño la cicatriz de Ulises en su espalda; la reina duda pero se mantiene firme. Tan sólo cuando Ulises describe el esmero con que prepara el lecho cada noche, algo que tan sólo él sabía, Penélope le reconoce; en ese momento la reina cambia el austero recitativo por un tono lírico y adornado, y canta el aria con ritornello “Illustratevi o cieli”. La ópera termina con un sensual dúo entre Ulises y Penélope.

NTSC Colour 4:3 PCM Stereo DTS 5.1

Idioma del menú: inglés.
Subtítulos: italiano (idioma de origen), inglés, alemán, francés, español, chino.

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